martes, 8 de noviembre de 2011

La antidemocracia de los debates unilaterales

No deja de ser curioso que los dos principales partidos, dichos democráticos, se presten al teatro de un debate falseado, lleno de papeles, con poca frescura y exceso de naftalina. Dicho de otro modo, los principales bastiones sobre los que debería asentarse nuestra democracia demostraron ser muy partidistas y poco demócratas pues un auténtico partidario del sufragio universal nunca dejaría de lado a sus compañeros de viaje en los 15 días que dura la campaña.

Dicho esto, peor es el papel desarrollado por Televisión Española. El ente público televisivo demostró tener poco de público y si mucho de televisivo. Montó un circo de dos actores dirigidos por un académico con un aparente ambiente de solemnidad. Sin embargo, en un país donde presuntamente somos todos iguales, se demostró una vez más que siguen habiendo ciudadanos de primero o de segunda; o más explícitamente, candidatos de primer orden y de país tercer mundista.

Así pues, las elecciones de la crisis económica, del paro, de los recortes, de... han demostrado, una vez más, que la salud democrática de la joven monarquía parlamentaria en la que vivimos es pésima. Y lo es puesto que se ninguna a los partidos que las encuestas no les dan opción a ser presidentes (entonces mi pregunta es, ¿porqué no hizo un monólogo el señor Rajoy, al que incluso el señor Rubalcaba ya le dio como ganador?), lo es porqué la televisión pública del país se presta a debates de feria, manipulados, controlados, escritos y medio guionizados en el que los púgiles miran más los papeles que los ojos de quien tienen en frente. ¿Se imaginan a Joe Frazier intentando ganar a Muhamad Alí dándole la espalda, sin mirarle a los ojos?

Pasarán unas nuevas elecciones, seguiremos teniendo una ley electoral irrisora y un país de pandereta. Los pueblos (no) libres seguiremos sin poder decidir que queremos hacer con nuestro futuro (algo que por ejemplo yo hago cuando elijo en la lengua en la que escribo) y entrará un gobierno, probablemente de derechas, que con la escusa de la crisis económica aprovechará para gobernar un país de obreros como si fuera de empresarios.

Porqué al fin y al cabo, los ciudadanos tenemos lo que nos merecemos, pues no hay nadie más soberano que nosotros que somos el gran consejo de administración en el que van a convertir este país.



Un detalle del debate; la espalda al público no hay que darla nunca, por muy poco que te importe lo que piensan, digan o hagan los que te están viendo. Cuestión de respeto.

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