lunes, 25 de abril de 2011

¿Son rosas? No, (te) ¡sonrojas!

En la vida siempre acabas recordando esos días que hacen que el trayecto merezca la pena. Esos momentos en que haces cosas distintas, aquellas que nunca habrías imaginado y finalmente las haces. Y lo que es mejor, te diviertes haciéndolas. Sacas parte de aquellos sueños de infancia y juegas a ser quien no eres, o tal vez juegas a ser alguien que te gustaría haber sido.

La princesa, Sant Jordi i els camperols
El pasado sábado viví uno de esos momentos. Una regresión al pasado en la que me enfunde un traje, más artesanal y más para salir del paso que otra cosa, mezcla de caballero templario y el santo del día, Sant Jordi. Me siento orgulloso del diseño pues uno es un desastre con los trabajos manuales y acabó saliendo un traje más o menos creíble. Y lo digo porqué los niños que pasaban si que se creían mi personaje. ¿Tendré cara de santo? Seguro que no. Lo más gracioso, cuando una señora me dijo que era Sant Jaume.

Como digo siempre, me es más fácil interpretar un personaje que ser uno mismo. Me gustó el hecho de que los viandantes se quisieran hacer fotos conmigo. O lo mejor, que me hiciera fotos desde lejos por miedo que les cobrara si se acercaban. Mira que hubiese sido una buena opción. Entre todas las fotos hubo dos que fueron dignas de explicar; la primera de la mañana y la primera de la tarde.  Una chica paseaba con su novio y se detuvo para decirle que se quería hacer una foto conmigo (vi peligrar mi integridad física aunque al final hasta el chico sonrió) y aproveché para venderle un punto de libro :D La segunda fue cuando unas turístas inglesas me contaron en su lengua madre que era el patrón de Inglaterra y yo, sin entender nada, les dijo que ok que si querían una foto. Los gestos acaban siendo internacionales y más si ellas entendían el castellano como así era.

Sin lugar a dudas, lo mejor del día, de pasar ese día, fue la compañía de todas esas personas, de esos 6 magníficos que aguantaron el día estoicamente en el número 22 del Passeig de Gràcia. Cada cual en su papel, cada uno de ellos sacando lo mejor de si, creando un personaje para ocultar la vergüenza que teníamos. Rezando al Dios o al santo que más nos gustara para que no lloviera y saliera el Sol, maldiciendo por momentos quien nos mandaba meternos en tal empresa y acabando diciéndole al Santo que el año que viene volviera a coger la máquina del tiempo para estar con nosotros.

Rosas, libros, que no son rosas son rojas y nosotros que nos sonrojamos para acabar pasando un Sant Jordi diferente, demostrando que una vez más todos juntos somos capaces de sacar cosas divertidas y bonitas hacia delante. Nos faltaron nuestros insulares, que ellos si disfrutaron del Sol estas vacaciones.

Feliç dia de Sant Jordi

3 comentarios:

  1. Sólo te has equivocado en una cosa... del sol ni rastro por Mallorca! (no sé en Canarias) jaja :)

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  2. I tan de bo aconseguim més dies com aquell :)

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  3. Va ser un dia increible amb tots vosaltres. (Rodri eso te paso por no estar con nosotros, haha).

    M'encanta la frase de..."juegas a ser quien no eres, o tal vez juegas a ser alguien que te gustaría haber sido". Jo crec que ambdues.

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